REPENSAR y REHACER

Corrupción, dictaduras, desapariciones, necedad, ignorancia; y la frustración y el desgano como respuesta del pueblo. Esta reacción no es justificada pero quizás, en algún punto sea lógica. Somos hijos de una generación golpeada, la del "no te metas" parida a fuerza de miedo. Lo entendemos, pero es momento de asumir el papel histórico que nos toca.
Latinoamerica está despertando, apostando por izar banderas de respeto. No estamos solos. Tenemos la oportunidad de navegar en esta corriente hacia la orilla donde millones de granos de arena construirán un mundo mejor, con vidas dignas para todos y todas. Y así nos sentimos a veces, pequeños granos de arena, susceptibles de ser arrasados por una imperceptible y maliciosa maniobra del viento.
Por eso nuestro lema es sumar y participar, porque la queja ya no debe ser la única manifestación de desagrado por la situación que nos quieren hacer sentir como inevitable. Debemos ser críticos, pero superar esa etapa para pasar a la más difícil: plasmar las ideas que surgen de la construcción colectiva.
Porque aquí no hay vanguardias iluminadas, no hay grandes pensadores, sino, gente con ganas de aprender y escuchar para consensuar y transformar. Los libros son maravillosos e imprescindibles, pero la sensibilidad, la ternura, el amor y la comprensión, entre otros, son los medios y las formas de actuar que nos llevarán a cambiar las cosas de verdad; las que nos indicarán el camino hacia la construcción del Hombre Nuevo, ese hombre que tiembla ante cada injusticia y que no cree tener recetas mágicas para solucionar, sino que sabe que para rehacer, hay que trabajar con el pueblo.
Tenemos la energía, tenemos las ideas, tenemos "más de cien motivos que valen la pena", uno de ellos sos vos, y tus ideas, tu fuerza, y como sigue la canción "tenemos cenizas de revoluciones". Las cenizas quedaron donde hubo fuego.
Reavivémoslo.







Por todo esto, seguimos trabajando.
Como el sábado 25 en Acoyte y Rivadavia.
Sumate y participá.
Te esperamos.
Juventud PSA en Proyecto Sur

ESTE SÁBADO EN CABALLITO

PASARON LAS ELECCIONES Y...
EL MOVIMIENTO PROYECTO SUR
SIGUE EN
LAS CALLES DE LA CIUDAD
SABADO 25/07
11 HS.
ACOYTE Y AV. RIVADAVIA
La Juventud del PSA en Proyecto Sur estará en Acoyte y Rivadavia difundiendo las propuestas de Proyecto Sur para la Capital y hablando con los vecinos acerca de la ciudad que queremos.

REFORMA POLÍTICA II

Randazzo y un mal comienzo
Por Mario Mazzitelli
Secretario General del PSA en Proyecto Sur


El pasado 9 de julio la Presidenta sostuvo: “Es hora de discutir una profunda reforma política”. Hemos saludado esa intención. Ocurre que discutir es abrir un diálogo; y a partir del mismo definir dos cuestiones: una, a dónde queremos ir con la reforma y dos, cuál es el mejor camino.

Nosotros nos hemos definido por “una democracia participativa, con rotación en los cargos públicos, cuya ética impida tergiversar el mandato popular expresado en un programa de gobierno y con mecanismos ágiles de consulta, cuando se trata de temas estratégicos”. Esto es una democracia con el máximo de libertad; donde todas las voces sean respetadas; donde se garantice para todos el derecho a elegir y ser elegido; donde nadie sufra discriminación por razones económicas, sociales o culturales; donde la máxima participación, en sus distintas variantes, garantice el máximo de riqueza de una democracia en estado de superación.

El Ministro Randazzo, en cambio, siguiendo la línea expresada hace pocos días por el ex-presidente Duhalde y a la que el gobierno parece haber escuchado con atención, quiere un sistema bipartidista. Bipartidismo que se quiere imponer desde hace muchos años y que en nuestro país no funciona. No, al menos, cuando se toman parámetros sobre la evolución social, económica, sanitaria, ambiental, de vivienda, educativa, tecnológica y científica, calidad del Estado y Soberanía Nacional, y se lo compara con otros países. El fracaso del bipartidismo es estruendoso; más allá de que todavía no haya surgido una alternativa superadora de recambio.

Lo que no debería hacerse es cosificar este sistema impidiendo que se expresen y participen fuerzas alternativas. Los diversos sectores, expresiones de nuestro pueblo, también quieren ser escuchados. Y si no lo hacen de una forma porque el sistema se lo impide, empobreciendo así la capacidad de expresar lo diverso que debe tener la democracia, buscarán otras maneras.

El Ministro elige el camino de la discriminación bipartidista. Atilio Bleta, en el Clarín de hoy, señala: “En el oficialismo están pensando en poner restricciones y limitar la participación de los partidos que consiguen pocos votos. En Interior piensan en un piso de 3% de votos en la primaria para poder acceder después a participar en la elección general”. Si fuera sobre el padrón electoral, en las elecciones generales del pasado 28 de junio solo 4 fuerzas superaron el 3% en la Ciudad de Buenos Aires, 4 también en la provincia de Buenos Aires, 3 en Santa Fé, 4 en Córdoba, 3 en Mendoza, 4 en Tucumán, etc. Si tomáramos a la Argentina como distrito único tendríamos 3 ó 4 fuerzas, 2 de las cuales tendrían el mismo color político. Si el gobierno cree que esto va a mejorar la calidad institucional de la República, que lo vaya sabiendo: esto es un desastre.

Cualquiera puede imaginar las dificultades para alcanzar ese caudal en una interna. De esta manera, se pretenden dejar sin participación incluso a terceras o cuartas fuerzas. Un disparate.
Por otra parte, si se plantearan obligatorias para toda la población, la campaña debería ser tan masiva como la general, estaríamos duplicando los gastos de campaña. ¿Los aportará el Estado incluso para aquellos partidos que tienen lista única?

El gobierno pretende hacer una selección artificial favoreciendo a los partidos grandes (a los que se le perdona todo) en detrimento de los medianos y pequeños (sobre los cuales se intenta hacer caer todo el rigor de la Ley).

La línea de razonamiento sería la siguiente: hay muchos partidos políticos y el problema son los pequeños. Si esto fuera cierto, los responsables de la crisis serían los partidos chicos. Es más, cuanto más chicos más responsables. Falso.

Resulta también sorprendente que el gobierno justicialista encuentre en la Ley de internas abiertas, simultáneas y obligatorias la solución al orden político. Obsérvese que esta norma, con el número 25.611, fue elaborada durante el mandato del Dr. De La Rua, en 2001, un año después fue suspendida por el gobierno del Dr. Duhalde, para ser definitivamente eliminada en 2006 por el gobierno justicialista del Dr. Kirchner. Treinta meses después descubre el oficialismo que aquello con lo que no cumplimos y desechamos por inútil era la panacea del sistema político.
Algo no funciona bien en el razonamiento oficial.

¿Cómo puede ser que hace pocos años atrás, siendo Florencio Randazzo el Ministro de Gobierno de Felipe Solá en la Provincia de Buenos Aires, me entregara en mano un importante folleto a favor del voto electrónico, y hoy sostenga que es “poco confiable”?

Mientras la tecnología avanza el actual Ministro del Interior atrasa. El voto electrónico se va a imponer más tarde o más temprano. Países grandes y avanzados lo aplican. Nadie vuelve al pasado. ¿Por qué entonces no avanzar en los estudios y los consensos necesarios para aplicarlo en el más breve plazo?

Randazzo aceptó sin chistar las candidaturas testimoniales. Aceptó que no se respetara la Ley adelantando arbitrariamente la fecha de las elecciones nacionales. Acepto, además, todo tipo de tropelías a la hora del financiamiento de algunas fuerzas sin hacer investigación alguna; tampoco denuncias.

Lamentablemente esto le resta autoridad a la hora de elaborar la agenda sobre reforma política.
El financiamiento es el principal tema a abordar. Tiene solución, pero no hay voluntad política de cambiarlo. Y no la hay porque es el medio a través del cual el Poder Económico cohabita en el manejo del Estado con el Poder Político.

Abordaremos, luego, el tema con mayor profundidad; por ahora decimos que la solución pasa por prohibir los aportes privados y que el 100% de los aportes para el funcionamiento institucional de los Partidos Políticos, así como los recursos para el financiamiento de las campañas, provengan del Estado. De esta manera la inmensa mayoría de los argentinos, que pagan sus impuestos, saben que “los candidatos no le deben favores a nadie” y que su único compromiso es con los electores y el programa de gobierno comprometido.
Continuará.

Julio 12 de 2009

LA PRESIDENTA Y LA REFORMA POLÍTICA

Por Mario Mazzitelli.
Secretario General del PSA en Proyecto Sur


El llamado al diálogo de la Presidenta conlleva un rasgo positivo. Así lo toma la sociedad. Claro que no hubo diálogo ni siquiera para llamar al diálogo. Fue una resolución entre pocos. Pero no viene al caso, ahora, especular sobre las intenciones. Esperemos que sea amplio, sincero y en un marco de respeto. La crisis social, económica y política así lo amerita. Y la esperanza que sea fructífero debe ser nutrida con la mejor intención y talento de cada uno de los actores.
Desde esta perspectiva remito mi comentario a la reforma política anunciada. “Es hora de discutir una profunda reforma política….”, sostuvo la presidenta. Es acertado, siempre y cuando vayamos evolucionando de esta democracia representativa, con pre-valencia de la corporación política y con resoluciones tomadas a espaldas del pueblo; hacia una democracia participativa, con rotación en los cargos públicos, cuya ética impida tergiversar el mandato popular expresado en un programa de gobierno y con mecanismos ágiles de consulta cuando se trata de temas estratégicos.
La historia reciente es aleccionadora. Diez años atrás Fernando De la Rua ganaba una interna que lo llevaría a la presidencia y eso no fue garantía para su gestión. Inició en 2000 un debate en torno a la “reforma política” que devino en dos leyes fundamentales: una la ley de financiamiento de los partidos políticos y la ley de internas abiertas, simultáneas y obligatorias. La primera se violó en forma sistemática, sin que los mecanismos de control alcancen a evitar el obsceno gasto de los poderosos. Y la segunda fue “suspendida” en 2003 para que el Partido Justicialista llevara tres candidatos a la presidencia y finalmente fue derogada por el gobierno Kirchner en diciembre de 2006. La presidenta anuncia “elecciones primarias donde vota el conjunto social entre los candidatos que tienen los distintos partidos políticos y luego en una segunda votación la ciudadanía elige. Todos queremos un nuevo protagonismo de los partidos políticos”. La intención es buena pero no alcanza.
Una reforma política en serio obliga a una reforma constitucional. Hoy resulta insostenible el art. 22: “El pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes…”. Y resulta necesario replantear el principio de “iniciativa popular” y “consulta popular”, expresados en los art. 39 y 40 de la Constitución Nacional, entre muchos otros temas.
Para la ocasión desde el PSA en Proyecto Sur saludamos la apertura de un debate nacional en torno al sistema político. Sostenemos que la esencia que organiza una fuerza es su propuesta política. En nuestro caso las cinco Causas expresadas en Proyecto Sur, que conforman su programa político y que tienen en la democracia participativa la fuente primaria a partir de la cual garantizar los cambios propuestos y administrar su evolución. Con esto queremos señalar, además, que no puede existir una fórmula mágica que iguale a todos los partidos políticos.
Nosotros entonces, desde el PSA en Proyecto Sur, nos obligamos a perfeccionar los mecanismos de participación: tanto en la elección de candidatos como en la resolución de grandes temas. Para eso vamos a garantizar una amplísima apertura, con una gran participación, junto a los movimientos sociales y culturales y a miles de ciudadanos con ánimos de participar activamente en la vida política.
Si a esto se suma un debate que enriquece y fortalece al conjunto de las fuerzas democráticas, bienvenido sea y allí estaremos para aportar nuestro grano de arena.

10 de Julio de 2009

EL AMOR Y LA REVOLUCIÓN

Por Facundo Bravo.

“Aunque parezca ridículo, voy a hablar del amor”, nos manifestó alguna vez el Che.
No era ridículo, tampoco insensato. Con sus palabras, tan fuertes como dulces, tan dolorosas como esperanzadoras, sentaba una nueva mirada alrededor de las revoluciones tercermundistas. Hoy retomamos su legado y reflexionamos: La Revolución será con amor o no será.

Estamos ante una situación que debe endurecernos, hacernos fuertes para continuar la lucha, pero (otra vez parafraseando al Che), sin perder la ternura ¿Hasta donde puede llegar la codicia del hombre? Sin dudas no hay límites en las cabezas burguesas, que sólo piensan en fines de lucro, cuando hay millones de pibes con panzas llenas de nada y piecitos al aire libre.
La pobreza, el hambre, la desigualdad, la injusticia, no va a revertirse con más de lo mismo: necesitamos una Patria para todos, que sólo realizaremos derrocando al sistema, creando uno nuevo. Algunos le llamaron Socialismo Siglo XXI. Y aclararon, del Siglo XXI, para que nadie se confunda: no queremos armas, no más violencia, sin dictaduras. Sólo en paz, con libertad.
Pero cuando nos preguntamos: ¿Cómo se logra eso? La respuesta es una sola: con mucho amor. Que no es lo único, pero sí lo más importante. También hay que tener creatividad para idear ese nuevo sistema, voluntad militante para comprometerse con la Causa Socialista y con la Patria, alegría para actuar con la más grande de las sonrisas (porque la causa lo justifica), sacrificio y confianza para saber que todo lo que nos propongamos es posible. Porque somos jóvenes, porque soñamos, porque amamos.

La Juventud no es el futuro, sino el presente y (una vez más, trayendo al Che), si el presente es lucha, el futuro es nuestro. Por eso debemos luchar. Pero nunca olvidándonos de que la lucha no es sin amor. Porque el cariño hacia lo nuestro, hacia los nuestros, es lo que nos impulsa a decir basta: basta de saqueo, basta de hambre, basta de codicia, basta de injusticia, basta de desigualdad, basta de atropellos, basta de corrupción, basta de individualismo. Practiquemos el Nuevo Hombre, con el ejemplo del Che. Diseñemos el Nuevo Mundo. Por los que lucharon, por los que ya no están. Para nosotros, para nuestros hijos. Por todos y para siempre.
Sólo el amor nos salvará.

GOLPE Y REMINISCENCIAS

Por Facundo Bravo.

Es triste. La historia es violenta, sangrienta y dolorosa.
¿Cómo a un pueblo pueden arrancarle, de la noche a la mañana, al caudillo de su liberación?
A muchos nos recuerda a episodios oscuros de la historia de la Patria Latinoamericana, tan dolorosos, tan tristes como el de hoy.


Y es que al pueblo hondureño le escondieron, le llevaron a su líder. Si bien el proceso está vivo, a través de sus manifestaciones populares, parece como un intento más de matar a la Revolución Latina.
Mientras en la Argentina celebrábamos un nuevo acto democrático, el del sufragio universal, para elegir a nuestros nuevos diputados, en Honduras la cosa era bien distinta: horas antes de que abriesen las urnas en las cuales la ciudadanía optaría por el sí o el no en una consulta popular no vinculante ante la opción de que el presidente renovara su mandato, las Fuerzas Armadas de la Nación caribeña secuestraban al presidente Manuel Zelaya y lo enviaban a Costa Rica.
La causa es clara: Manuel Zelaya, si bien provenía de uno de los dos partidos tradicionales de Honduras (el Liberal), había optado, hace ya un año y medio porque su gobierno tomase un rumbo Socialista del Siglo XXI, lo cual desató un fuerte encono en la curia hondureña.
La excusa: la reelección no está predeterminada en la Constitución Nacional; lo cual dio origen a la reacción del Congreso Nacional, la Fiscalía General, el Tribunal Supremo Electoral y la Corte Suprema, que terminó pidiendo a las Fuerzas Armadas que depongan al presidente democráticamente electo. Al titular de uno de los gobiernos populares de Nuestra América Latina.
Bestias asesinas llenas de odio de clase, esos milicos de la oligarquía hondureña, igual que los cambas en Bolivia, como los monstruos que quisieron matar a Chávez el 11 de Abril de 2002, como los gusanos traidores que tantas veces intentaron quitarnos a nuestro Fidel.
Nada más. No hay mucho más por explicar. La información no sobra. Solamente debíamos escribir algo. Algo cargado de bronca, porque nos lo hicieron otra vez. De tristeza y dolor, porque no lo merecíamos. De amor: el mismo que nos impulsa a seguir luchando.