RECURSOS NATURALES Y MINERÍA

Arturo Avellaneda, especialista en cuestiones ambientales, analiza los costos que Argentina está pagando al permitir que se realicen en nuestro país proyectos de mega-minería altamente contaminantes que inutilizan nuestras cuencas hídricas y saquean la gran riqueza que poseemos en materia de recursos naturales.

Por estos días, se está llevando a cabo una acción conjunta contra la iniciativa en la que insisten los Poderes Ejecutivos de Argentina y de Chile, de poner en marcha Pascua-Lama de la empresa Barrick Gold, un proyecto monstruoso de mega-minería a cielo abierto que promete contaminar por siglos nuestras cuencas hídricas.

Barrick Gold tiene un episodio atroz en la memoria del siglo XX, a partir de la desarticulación de la República del Congo y de la desestabilización de sus fronteras a través de una operación llevada a cabo por el Presidente de Zaire y de otras repúblicas vecinas, para adueñarse del Coltan -un mineral indispensable en la fabricación de baterías de larga vida que se utilizan en celulares y Play Station- provocando una guerra, un éxodo y un desplazamiento que costó más de 6 millones de vidas. La Guerra del Coltan fue un verdadero genocidio, y nuestro gobierno le abre la puerta a la Barrick Gold, de regiones como la de la cuenca del Río Jáchal, donde los habitantes son muy pocos, todos pobladores rurales de un valle, a los que si los presionan no sabrían como organizarse socialmente. Y aprovechándose de esto -con alguna bonanza que tiran por debajo de la mesa para satisfacer así prevendismos y simpatías políticas- se quedan con recursos que nos va a costar muchísimos años recuperar, si es que eso es posible.

Pero claramente, el eje de la discusión son las fuentes de agua; porque estamos hablando del destino de nuestro recurso hídrico, del que parte la agricultura, la ganadería, la prosperidad urbana y la industria. Tomar el agua de las fuentes de pureza cordillerana, en su primera instancia de formación, y deteriorarla como pretenden los proyectos de minería actuales es un crimen; es sembrar pobreza en la Argentina y condenar a todos sus habitantes a un destino de súbditos de estos canallas mineros, explotadores y saqueadores.


Por otra parte, la consulta popular debería ser obligatoria en el caso de recursos naturales comunes, catalogados por nuestros primeros constitucionalistas como bienes públicos. El agua es patrimonio público y, por lo tanto, su uso abusivo es prácticamente un delito moral que debemos evitar.

¿Hasta cuándo vamos a seguir mirando cómo se achica de manera dramática el inventario de nuestros recursos? ¿Hasta cuándo? ¿Hasta que no quede nada? Esto hay que pararlo, ponerse de pie y asumir la responsabilidad militante que todos tenemos que tener frente a este caso.

Si querés leer la nota completa ingresá en www.proyecto-sur.com.ar
O escuchala:
PARTE I

PARTE II

0 comentarios:

Publicar un comentario