A 33 AÑOS DE LA NOCHE DE LOS LÁPICES

BOLETO HACIA LA REVOLUCIÓN
Por Julieta Fernández y Facundo Bravo.

Para quienes fuimos adolescentes en los 90, la juventud, en la mayoría de sus casos, no se relacionaba en ningún punto con la participación política. Hoy pareciera que los pibes están retomando el hábito de pensar en algo más que en viajar a Disney.

La noche de los lápices es una noche más de las tantas que sucedieron desde el 24 de marzo de 1976. Y es una noche más porque estos jóvenes estaban enmarcados en el gran objetivo revolucionario. Por eso militaban, por eso dieron sus vidas, y el boleto, fue sólo una última excusa.

Querían hacer la Revolución, querían una Patria Socialista, admiraban al Che. No fueron 7 los desaparecidos, fueron alrededor de 250 adolescentes los que se llevó la represión, en su tarea de “limpiar cabezas”, contra el reclamo estudiantil.

No vamos a sacarles mérito, los obedientes asesinos temerosos de que la imaginación tomase el poder, hicieron un trabajo que caló profundo en nuestras almas y conciencias, hasta que muchos optaron por callar y poner la tele, y por las dudas, también pusieron frente a la caja boba a sus hijos y les recordaron “mejor no te metas”.

Hoy florece la Revolución por cada parcela de Nuestra América. Los hijos de Tosco y Santucho, los nietos del Che y Fidel, los herederos históricos de la Causa Bolivariana por la Emancipación de la América Latina, hoy retomamos las banderas de sus luchas.

Esas que están bien vivas en Bolivia, Cuba y Venezuela, esas que nacen en el Ecuador, Nicaragua y El Salvador, esa que, en la Argentina de hoy sopla como brisa primaveral, pero se convertirá en viento huracanado mucho antes de lo que las derechas políticas, económicas y culturales piensan.

Como en la Noche de los Lápices, como en la Toma de La Calera, como en el Cordobazo o en el Moncada, la Revolución esta viva. Es importante que recordemos que quisieron callarnos, y que se llevaron a muchos compañeros, esos que pidieron con sus últimas fuerzas “No nos olviden”. Proponemos no sólo no olvidarnos, sino también continuar el camino hacia la Revolución. Y no tardemos en empezar, nunca se es demasiado joven para sentir los valores que hoy vibran en nuestra América, la que va por el camino del Socialismo Siglo XXI, la que no olvida para no repetir, la que sigue gritando con fuerza, PATRIA O MUERTE, venceremos.